La Osteosíntesis es una operación quirúrgica que consiste en la unión de fragmentos de un hueso fracturado mediante la utilización de elementos metálicos, en donde son reducidas y fijadas de forma estable para lo que se utiliza la implantación de diferentes dispositivos tales como placas, clavos, tornillos, alambre, agujas y pines, entre otros.

Inicialmente estos implantes estaban fabricados de acero de grado médico, pero al ir evolucionando se han sumado otros materiales más biocompatibles como aleaciones de titanio y polímeros bioabsorbibles como el polímero de ácido poliláctico.

Utiliza diferentes tipos de implantes: placa-tornillos, enclavados endomedulares en sus diferentes modalidades y fijadores externos.

osteosintesis

Como filosofía pretende conseguir restauraciones anatomicofuncionales lo más completo posibles en un mínimo de tiempo de hospitalización y recuperación, minimizando riesgos y complicaciones.

Estudios biomecánicos y biofísicos han demostrado que ninguna osteosíntesis es capaz de resistir una contracción máxima con flexión y rotación (posiciones de máximo estrés), por lo que se hace necesario limitar la actividad física del paciente. Los esfuerzos repetidos pueden dar lugar a la fatiga del implante y provocar su rotura.

Los materiales deben ser inertes y biocompatibles; los más utilizados son aceros inoxidables; el acero, que se obtiene de la mezcla de varios metales, debe ser austenístico, es decir, la mezcla debe ser perfecta y homogénea; la supericie debe ser perfectamente lisa. El titanio es de características similares al acero, pero es mucho más caro.

Existe el peligro de la oxidación o corrosión de estos materiales debido a los choques y roces porque el metal se puede alterar en las zonas críticas apareciendo fenómenos inflamatorios, dolores, bursitis a veces, que pueden obligar a la extracción.

Existen dos tipos de osteosíntesis:

  • Osteosíntesis externa. Se emplea un fijador externo para solucionar la lesión. Es un procedimiento que puede emplearse si se trata de una fractura compuesta, con alto riesgo de infección.
  • Osteosíntesis interna. Existen dos tipos: Fijación Interna y Reducción Abierta (ORIF), y Fijación Interna de Reducción Cerrada (CRIF). La primera consiste en una cirugía abierta para fijar los huesos mientras que la segunda (CRIF) implica reducción sin cirugía abierta para conseguir el mismo objetivo. Una vez aplicados cualquiera de los anteriores procedimientos se utilizan dispositivos mecánicos (placas, pasadores o tornillos) para fijar los huesos.

Otro procedimiento consiste en una osteosíntesis intramedular, que permite una mejor adherencia y una curación más rápida, ya que el dispositivo mecánico pasa a través de la cavidad medular.

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