La parte inferior de la espalda es una estructura intrincada, de elementos interconectados y superpuestos:
Tendones, músculos y otras partes blandas
Raíces nerviosas y nervios altamente sensibles que van de la parte inferior de la espalda a las piernas y los pies.
Articulaciones pequeñas y complejas
Discos intervertebrales con sus núcleos gelatinosos.
Una irritación o un problema en cualquiera de estas estructuras puede causar la lumbalgia o un dolor que se irradia hacia otras partes del cuerpo o que se siente en ellas. El dolor provocado por los espasmos musculares lumbares resultantes puede ser fuerte y existen varios síndromes que producen un dolor que puede llegar a ser crónico.
Aunque la lumbalgia es extremadamente común, sus síntomas y su gravedad pueden variar mucho. Por ejemplo, una simple distensión muscular lumbar puede ser tan intensa que requiere una visita a la sala de urgencias, mientras que una degeneración discal podría no causar más que molestias leves e intermitentes.
El primer paso para aliviar el dolor de manera eficaz es identificar los síntomas y diagnosticar correctamente la causa de fondo.
Causas de la lumbalgia según la edad
Algunas de las principales causas de la lumbalgia suelen ocurrir con más frecuencia en personas más jóvenes que en las personas mayores:
En adultos más jóvenes (es decir, los de 30 a 60 años de edad) existe una mayor propensidad a experimentar dolores de espalda surgidos del espacio intervertebral mismo (tales como una hernia discal lumbar o la discartrosis) o causados por una distensión de un músculo de la espalda o de otra parte blanda.
Los adultos mayores (es decir, los mayores de 60 años) son más propensos a sufrir un dolor provocado por la degeneración de las articulaciones (tales como la artrosis o la estenosis vertebral) o por una fractura.
Cuándo buscar tratamiento inmediato para la lumbalgia
En la mayoría de los casos, la lumbalgia no requiere de atención urgente, pero los pacientes deben consultar un médico inmediatamente si experimentan una lumbalgia que es causada por un traumatismo grave o que viene acompañada de alguno de los siguientes síntomas:
- Fiebre y escalofríos
- Pérdida de peso reciente e inexplicada o pérdida de peso reciente debido a un traumatismo
- Debilitación importante de las piernas
- Incontinencia intestinal o vesical repentina –ya sea dificultad para orinar o defecar o bien pérdida de control de la micción o la defecación (síndrome de la cola de caballo)
- Dolores abdominales fuertes y continuos (aneurisma de la aorta abdominal)
- En casos en que se requiere tratamiento inmediato, los médicos investigarán la posibilidad de una causa seria del dolor, como una infección, un tumor o una fractura.